Se trata de una planta de interior que destaca principalmente por el color de sus hojas y de sus flores. Es capaz de crecer con gran rapidez, alcanzando una altura de hasta un metro. Es posible colocarla en rincones con algo de sombra.
Sus hojas son de un color verde brillante, con nervaduras en tono crema. Las flores amarillas en forma de trompeta que produce adoptan llamativas disposiciones, en un proceso de floración que se extiende desde finales de la primavera hasta entrado el verano.
Como principal cuidado vale destacar la recepción de luz, pero evitando el sol directo. Durante el crecimiento debe estar ubicada en un sitio con una temperatura mínima de 13 grados centígrados. No soporta las bajas temperaturas extremas ni las heladas, y en verano debe permanecer húmeda.
En cuanto al terreno, lo más aconsejable es situarla en tierra turba o marga. Necesita abono durante el período de floración y hay que tener especial cuidado con plagas como los pulgones, la cochinilla, la araña roja o los ácaros.
¿Te ha parecido interesante? Compártelo. Tweet Viernes, 17 de octubre del 2008Categorías: Consejos, Cuidados jardinería, Plantas
Etiquetas: afelandra, nervaduras, planta de interior Recetas de comidas rapidas y fáciles de preparar, con ingredientes ecónomicos y baratos Comidas rápidas
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